Era un lluvioso y gris lunes de Otoño de hace exactamente 2 años. Habría pasado desapercibido ese lunes, como cualquier otro lunes de no ser por un pequeño detalle. La semana anterior nos enteramos que ese día, un 15 de Diciembre del 2014, Gene Simmons, el mítico integrante de KISS estaría en Barcelona para un acto benéfico, recibiría un premio, y que además firmaría y se dejaría fotografiar con seguidores.
El evento tendría lugar en el Reial Cercle Artístic de Barcelona, cerca de La Catedral, donde "El Demonio" de KISS recibiría la Medalla de Oro de la entidad en reconocimiento a su trayectoria. Aprovechando la estancia de Gene Simmons en Barcelona se organizó un doble acto benéfico en que todos los beneficios iban a ir a UNICEF. El primero, era la posibilidad de conocerle a cambio de sacar una entrada de 5€, que además te daba derecho a entrar en el sorteo de una guitarra eléctrica firmada (se podía optar a otra en una subasta por eBay). El segundo acto consistía en una cena de un coste un tanto elevado, aunque no tan caro si consideramos que no todos los días se tiene la oportunidad de cenar con una estrella del Rock.
Obviamente, elegimos las opción más razonable. Entrada de 5€. Teniendo en cuenta que los famosos Meet & Greet de la banda están por encima de los 1.000€, por una cantidad simbólica conocer a un miembro de KISS y quizás su mayor icono, era una oportunidad irrechazable.
Siendo lunes, día laborable, y sabiendo que los seguidores que iban a conocer a Gene Simmons iba a ser bastante limitado, ya que tener entrada no te garantizaba acceder, nos tocó organizarnos para la cola. Dada la experiencia en colas en cuanto a conciertos, no tuvimos ningún problema en organizarnos en ser los primeros.
Llegué al medio día al tener que trabajar por la mañana. El trayecto de Sabadell hasta Barcelona se hizo eterno, con la tranquilidad de saber que íbamos a ser los primeros según los mensajes de WhastApp que iba recibiendo; pero a la vez con el nerviosismo y la emoción de saber que iba a conocer a uno de mis ídolos. Tras una breve parada en busca de provisiones para los demás compañeros de batallitas, llegué al patio interior del Reial Cercle Artístic. Y sí, era cierto, seríamos los primeros en entrar.
Tímidamente se iba acercando cada vez más gente, mucha más de las que nos pensamos. Algunos intentaban colarse disimuladamente, otros de una forma mucho más descarada; lo que provocó ciertas discusiones entre los más fanáticos que se habían dado cita. Se hizo un poco larga la espera hasta las 18:00 que supuestamente empezaría el acto, y más teniendo en cuenta el frío y la lluvia que caía sobre Barcelona, aunque en compañía de amigos todo se hizo mucho más llevadero.
Todo parecía indicar que el evento iba a empezar con retraso... y así fue. Se acercaban las 6 de la tarde y Gene Simmons no llegaba; pero cuando más decaía la moral, apareció acompañado con su familia. En este primer encuentro nos saludó de forma amable, dejó fotografiarse con algún fan y accedió al edificio. Lamentablemente la organización nos informó que se alargaría aún más la espera, pues Gene aún no había comido y lo haría antes de empezar.
Tras esperar un poco más, se abrieron las puertas y la tensión iba en aumento. Se acercaba el momento de preparar los objetos que pasarían a ser reliquias para cada rockero que estaba allí. En mi caso, al tener ya el disco de vinilo "Love Gun" firmado por la banda (eso es otra batallita que contar) opté por dos objetos diferentes para que me firmase; una fotografía hecha por mí en la anterior gira de KISS del 2010, y el golpeador de mi Fender Jazz Bass, así tendría mi bajo firmado por el bajista de KISS.
Ya en el interior del edificio decorado con una exposición de fotografías de los más grandes del Rock, fuimos recorriendo un pasillo hasta la sala del encuentro. Pasamos tranquilamente con un reducido grupo hasta el momento que Gene Simmons apareció, donde hubo que poner orden. Tras esperar pacientemente que la prensa fotografiara el acontecimiento, estuviera un rato atendiendo a un niño vestido de "The Demon" para la ocasión y unos discapacitados... ¡Llegó al fin nuestro turno!
¿Qué decir? Lejos de la apariencia terrorífica que tiene sobre los escenarios, fue muy atento y amable con nosotros. Totalmente despojado de su personaje y del maquillaje, hasta tal punto que no enseñó en ningún momento su icónica lengua, tuvo con los presentes una cercanía que no nos podíamos imaginar. Pacientemente se hizo todas las fotografías que quisiéramos, conversó un buen rato y nos firmó todas y cada una de las cosas que le llevamos pese a la limitación impuesta por la organización de elegir entre una foto o una firma. Me consta que más adelante sí que lo limitaron para que el acto fuera más fluido y entrase toda la gente posible... pero nosotros nos tomamos nuestro tiempo.
Una vez salimos de la sala y del edificio nos encontramos con aún mas gente y amigos que acudieron a la cita, dándonos cuenta que evidentemente habrían seguidores que se quedarían fuera; y teniendo en cuenta que habían pagado para ello, mucha gracia no les podía hacer. Pero en ese momento nos daba igual todo, habíamos conocido a Gene Simmons, nos había firmado y nos habíamos hecho fotos. Aunque nos asaltaba una duda ¿era real la leyenda urbana que dice que Gene Simmons es calvo y que lleva peluca? A juzgar por el "cutre peluquín" que llevaba esa tarde... SÍ.
Gran día para recordar y para contarlo como batallita de abuelo algún día a nuestros nietos, aunque finalmente no nos tocase en el sorteo la guitarra firmada.
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